Trabajamos honrando el conocimiento acumulado a través de los años y con apego a los principios sencillos y sinceros de nuestros orígenes. Y nuestro mayor logro a lo largo de 90 años, ha sido que nuestra propia tradición se haya convertido en una verdadera costumbre familiar, presente en miles de hogares argentinos.
Nuestra marca debe su nombre al pueblo de Verónica, en la Provincia de Buenos Aires, donde nació en 1923 como una pequeña empresa láctea de origen familiar. Adquirida luego por una familia de inmigrantes españoles de la región de Galicia, se radica en los años 60 en la cuenca lechera del centro de la Provincia de Santa Fe. A partir de ese momento comienza a experimentar un constante crecimiento, tanto en la variedad y volumen de su producción como en el alcance geográfico de su distribución, hasta convertirse en una de las marcas lácteas de mayor reconocimiento en toda la Argentina.